La Colonoscopia sistemática es un procedimiento en el cual se visualiza el interior del intestino grueso (colon) y el recto con ayuda de un colonoscopio que cuenta con un tubo flexible y una cámara pequeña.
El colonoscopio se introduce por el ano pasando por el recto y el colon. Este procedimiento se realiza bajo sedación administrada por un anestesiólogo, sin causar ninguna molestia.
Este examen permite detectar anomalías en el interior del colon y recto como pólipos o irregularidades en los tejidos y en caso de ser requerido también se pueden realizar biopsias (tomar muestras del tejido) que ayude al diagnóstico de la patología y descartar enfermedades como el cáncer colorrectal.
La evaluación endoscópica del colon es uno de los estudios más eficientes para el diagnóstico temprano del cáncer de colon y resto ya que permite identificar pólipos en estadios tempranos con lo cual es un procedimiento que salva vidas.
La colonoscopia es un procedimiento esencial para examinar el interior del colon y recto, permitiendo detectar y tratar a tiempo condiciones como pólipos, inflamaciones, hemorragias y signos tempranos de cáncer. Se recomienda especialmente para la prevención y diagnóstico temprano del cáncer de colon, así como para evaluar síntomas como dolor abdominal, sangrado rectal o cambios en los hábitos intestinales.
Personas mayores de 45 años, como parte de un chequeo preventivo para la detección temprana de cáncer colorrectal.
Antecedentes familiares de cáncer de colon o pólipos colorrectales, especialmente en parientes de primer grado.
Síntomas digestivos persistentes, como sangrado rectal, cambios en el hábito intestinal (diarrea o estreñimiento prolongado) o dolor abdominal crónico.
Pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), para monitorear la evolución de la enfermedad.
Seguimiento tras la extirpación de pólipos colorrectales, para detectar la posible aparición de nuevas lesiones.
El procedimiento es generalmente bien tolerado; se utiliza sedación para minimizar molestias, aunque algunos pacientes pueden sentir leves calambres o presión.
La colonoscopia suele durar entre 20 y 40 minutos, sin incluir el tiempo de preparación y recuperación en el centro médico.
En muchos casos, los pólipos se pueden extirpar durante la colonoscopia, lo que ayuda a prevenir su evolución a condiciones más graves, como el cáncer.
Esta preparación adecuada y el seguimiento de las recomendaciones médicas garantizan que la colonoscopia se realice de forma segura y efectiva, permitiendo un diagnóstico temprano y oportuno de diversas afecciones del colon.
Se utiliza para:
Se introduce el colonoscopio por el recto hasta llegar al colon, enviando imágenes en tiempo real a un monitor. Si se encuentran pólipos o lesiones, se pueden extirpar o biopsiar en el mismo procedimiento.
No, porque generalmente se realiza con sedación o anestesia leve, por lo que el paciente no siente molestias.
Aproximadamente 30 a 60 minutos.
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